Sabido es para todos que las dudas sobre la continuidad de Joaquín Larrivey en el plantel de la “U” por un nuevo período son hoy por hoy lo que más nos preocupa a los hinchas azules. Alguien lo puede explicar…? Difícil pregunta, porque poco y nada se les conoce la voz a quienes debieran hacerlo (el presidente Aubert), el Gerente Deportivo interino (Manuel Mayo), o el nuevo Gerente Deportivo (Luis Roggiero) que más parecen dar la sensación de “gobernar en las sombras” que la de estar auténtica y responsablemente “conduciendo los destinos” del club.
Responder a las aspiraciones del goleador del equipo y del torneo (40 goles en menos de 2 años en el equipo), que son las de asegurar un vínculo por 2 años en lugar de 1 que es lo que presumiblemente se le estaría ofreciendo, resulta ser algo más movido por un capricho de un regente que por una verdadera racionalidad futbolística (o lisa, simple y llanamente una demostración de lo muy poco que saben de fútbol).
Porque si no tienen la capacidad cual mago saca un conejo del sombrero de llegar y salir a buscar y encontrar tan fácilmente un goleador tan efectivo como el actual “20” azul, es difícil explicar porqué demorar hasta agotar la instancia de negociación (y “cabrear” al propio jugador que sabe que tiene su futuro asegurado porque le sobrarán equipos a los cuales pueda llevar sus goles y continuar su exitosa carrera) y en cambio no facilitarla y entregarle al club una solución a uno de sus principales problemas cual es la de no tener eficacia frente a las vallas rivales (cosa con la que no contó – y que en gran medida justificó – la pésima campaña de 2019, por citar un ejemplo cercano).
Joaquín Larrivey es a juicio de quien escribe, mucho más que un goleador: es un jugador que se nota a las claras que ama al club, que es tremendamente solidario con sus compañeros en la cancha, especialmente cuando de defender se trata (es ni más ni menos que el principal cabeceador en el área propia en pelotas detenidas o tiros de esquina en contra), es en pocas palabras un jugador de aquellos que no abundan y que le hacen tremendamente bien al club.
La pelota por lo tanto está en los pies de quienes tienen que jugarla, pero…, ¡perdón! Esto se trata de fútbol y es legítimo dudar por ahora si quienes tienen que convertir este gol, estén seguros siquiera si la pelota es redonda y así como gira puede terminar jugándola nuestro actual goleador con otra camiseta y nosotros volver a vivir los fatídicos días en que debimos sufrir con nefastas respuestas a nuestra necesidad de un verdadero “pepero” como por ejemplo fueron las experiencias con Leandro Benegas, Marcos Riquelme, Matías Campos López, o Gabriel Torres, por citar solo a unos pocos…
Si me dicen que lo que frena su renovación es la solicitud de Joaquín Larrivey de asegurar 2 años de contrato, diré con total seguridad … “¡Que respuesta más tonta…!”
Por Jaime Aguirre Dueñas,
para 100x100azules.cl y @Cienx100Azules
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