Ha sido ampliamente conocida hace algunas horas, la irrevocable dimisión a los cargos de directores de Azul Azul, por parte de Daniel y Eduardo Schapira (padre e hijo) actualmente propietarios de un total cercano al 22% de la titularidad accionaria. ¿Cómo se puede leer esto?
Anoche en el programa “Hablando de la “U” con 100% Azules®” hablando en exclusiva uno de los dimitentes, Eduardo Schapira, dijo entre otras cosas “Tomamos esta decisión porque no compartimos esta forma de administración del club… Lo principal es que esto es un club de fútbol y a nosotros nos interesa participar en un club de fútbol, no un McDonald’s u otra empresa similar…”, para agregar más adelante… “para estar pintado yo no estoy… Para nosotros en esta administración se obvian todas las decisiones, se obvia toda posibilidad de debate”, y que “profesionalismo no quiere decir que nos convirtamos en una petrolera… El club tomó la decisión de conversar a puertas cerradas… Nos interesa que se conversen lasdecisiones, que se mastiquen, que se debatan…”,además de que“la única decisión que se realizó en la administración anterior sin preguntarnos fue la traída de Luis Roggiero, se nos informó, hicimos saber que esto no nos pareció, porque no se discutió… Desde que llegó Roggiero no se ha informado o discutido ninguna decisión”,y que“el directorio nuevo no es un directorio de futbol… vienen de un mundo financiero, más corporativo, tienen una lógica más administrativa. Este directorio perfectamente puede ser el directorio de Copec… y a mí no me interesa ser parte del directorio de Copec…”, dejando en claro que el proceso de toma de decisiones trascendentes al interior del directorio de la concesionaria hoy en día es diametralmente opuesto a lo que se acostumbraba a hacer. ¿será este el mejor camino?, quizás solamente el tiempo se encargue de demostrarlo o hacer lo contrario.
Lo que queda subyacente de manifiesto, a juicio de quien escribe, es que tal vez estas renuncias debieron haberse presentado antes, y no solo por parte de estos directores, segundos en los porcentajes de propiedad de la S.A.
Hubiera sido bueno que otros directores que nunca aportaron mucho (Gonzalo Rojas, Mario Conca o José Luis Navarrete, por citar a algunos) ni en su capacidad de gestión, ni en la propiedad accionaria (representaban las acciones de Carlos Heller) también hubieran dado un paso al costado… ¿o a ellos sí los tomaban en cuenta a la hora de tomar decisiones?
Tal vez sea tarde para pedir esas ‘cuentas’ a quienes ya no están, pero el conflicto hoy existe y eso no puede negarse, mirarse de lejos y mucho menos dejarse como está.
Es más importante que nunca que quienes detentan el poder absoluto hoy (Michael Clark y Cristián Aubert) salgan a aquietar las aguas y a dar la tranquilidad que la institución necesita, dando la cara y todas las explicaciones que el momento reclama. También sería muy bueno que, si se trata de “profesionalizar” el trabajo al interior del club, se sepa transparentemente quienes son los calificados y designados para encabezar cada una de las áreas. Sus currículos, su trayectoria y la ausencia de intereses propios o ‘amiguismos’ para la administración del área de la cual se trate. Es decir, que se demuestre que son auténticos e intachables profesionales en cada materia. ¿Será mucho pedir?
Quizás el problema simplemente radique en una de las últimas aseveraciones de Eduardo Schapira cuando manifiesta que “El tema de los clubes de fútbol y sociedades deportivas funcionan siempre si son atomizadas y no concentradas. La “U” tiene una concentración de decisiones demasiado fuerte. No es posible hablar de futbol de este modo…”. Pero la evidencia demuestra que eso es imposible por el momento, atendidos los errores de estructuración jurídica de estos entes, cuya única solución sería una modificación de la ley que rige a las Sociedades Anónimas Deportivas, ni más ni menos que asimilándola a como estas funcionan en países más desarrollados.
Pero los actuales y próximos legisladores deben creer que esto se trata de “pichangas” y es difícil que alguno presente un proyecto serio y oportuno que corrija lo que ha quedado demostrado que funciona mal, tanto en manos no solo de los anteriores propietarios de Azul Azul sino también de los actuales.
Por Jaime Aguirre Dueñas,
para @Cienx100Azules y
www.100x100azules.cl
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