Resulta imposible pasar por alto lo que está sucediendo con el brote de contagios por Covid-19 que vive a estas horas el ambiente interno de la “U”. Jugadores aislados y separados del grupo por un tiempo importante, coincidiendo, nada más y nada menos, con la llave de partidos por fase 2 de Copa Libertadores. Pésimo momento. Pero ¿por qué pasó esto?
Para nadie es ya una novedad que la presencia del virus y su capacidad contagiante está completamente vigente y las cifras generales en el país así lo demuestran. La insistencia de las autoridades sanitarias, tendientes a educar en la necesidad de extremar las medidas de autocuidado resultan casi majaderas, porque ha quedado ampliamente demostrado que son la principal barrera para contener la diseminación de la enfermedad por Sars-Cov2. Vale decir si hay algo que se sabe, dentro de lo mucho que aún se ignora, es que el virus ataca de persona a persona y lo hace a partir de contactos estrechos o cercanos, máxime cuando se trata de grupos que comparten espacios comunes.
Y todo lo anterior lo sabemos prácticamente todos los habitantes del planeta, entre los cuales también están funcionarios, técnicos y jugadores de los planteles profesionales y formativos del club. Para eso es que existen protocolos que deben seguirse estrictamente para combatir la instalación y avance de los contagios y, según se nos estuvo diciendo durante la temporada 2020, dichos protocolos se respetaron y cumplieron a cabalidad permitiendo que no hubiera casos al interior del primer equipo.
Algo sucedió ahora y es obvio pensar que claramente se pasaron por alto tales cuidados.
Intentar señalar a aquel jugador que incorporó el virus al interior del grupo se transforma en algo secundario, además de estar expresamente protegido por la Ley de Derechos del Paciente que resguarda la identidad de los portadores activos del virus. Por eso que transformar este evento en una “cacería de brujas” en búsqueda del “caso cero” a juicio personal no conduce a nada.
Lo que no se puede pasar por alto es que hubo un relajamiento de las medidas sanitarias y que se faltó el respeto a los protocolos. Y de eso con seguridad existe(n) uno o más responsables, con nombre(s) y apellido(s). Conocer ese(os) nombre(s) y cargo(s) de responsabilidad en el club se convierte en una necesidad por transparencia, porque las dudas que hoy recaen sobre uno u otro jugador de los que se ha mencionado, sin base cierta en muchos de los casos, también corresponde que recaigan en autoridades del club o en sus ejecutivos, en funcionarios, en integrantes del cuerpo técnico y del cuerpo médico. En algún eslabón de la cadena “se bajó la guardia” y las consecuencias están a la vista.
Lo esperable es que hubiera, aún cuando no se conozcan sanciones, un comunicado que, tras una investigación interna, dejara en claro quién y porqué falló.
Alguien se contagió y ese virus con seguridad vino desde fuera del CDA. Los contagios y sus efectos se produjeron al interior del centro deportivo y a eso debieran estar dedicando su tiempo y esfuerzos quienes tienen el deber de hacerlo. Ojalá se sepa quién se saltó las normas, por el bien y la salud de muchos que día a día comparten un ambiente hoy desafortunadamente contaminado y de riesgo.
Por Jaime Aguirre Dueñas, @jagUirred, para www.100x100azules y @Cienx100azules
Marzo1515/03/2021
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.