Opinión: Mundos paralelos en #UdeChile.

La “U” jugando su partido por la fecha 11 del Apertura, nada menos con el puntero de la competencia. La dirigencia permite que llegue un gran público al estadio con una nueva edición de la promoción 2×1 y el encuentro se disputa con un marco de público tremendo. Estadio lleno para él, en ese momento, 12º de la tabla. Casi 45.000 espectadores. Lindo espectáculo con un marco de público impresionante para ver y apoyar al equipo.

Integrantes del equipo más grande de toda la historia de la “U” y del fútbol chileno, el “Ballet Azul”, son homenajeados en el centro del campo de juego del estadio nacional, en lo que es la culminación de la iniciativa inaugurada este año denominada “Semana del Ballet Azul”. Reciben muchos aplausos y una medalla conmemorativa relacionada con la citada iniciativa. A juicio de este columnista, cualquier homenaje que se haga a este gran grupo de jugadores – la mayoría de ellos en las últimas etapas de sus vidas – es mucho más que merecido, pero debe ser más equivalente a su tremendo aporte al fútbol azul. E idealmente deben ser el motivo central y único, para que tenga el realce que les corresponde. Junto con ello, es preciso que las nuevas generaciones sepan quienes son exactamente los que reciben las distinciones y porqué se las ganaron. Enseñar de historia es lo más fácil, puesto que no hay nada que inventar. Es cosa de saber de dónde tomarla y como transmitirla.

Un esforzado grupo de hinchas barristas de la “U” logra conseguir, por fin, las autorizaciones y la voluntad de apoyarlos en la coordinación de la presentación, mediante su despliegue en el estadio nacional, de la bandera más grande de toda Sudamérica dedicada a apoyar a un club de fútbol. La ‘bandera gigante’ es llamada. Las imágenes que han recorrido el mundo muestran lo impactante que esto llegó a ser y es un justo premio para los que tuvieron la idea y encabezaron la ejecución de la misma.

En la cancha, en la parte final del programa, el actual equipo de la “U”, que con sus aciertos y errores no fue sino la prolongación de lo que, para quienes somos su público habitual, ya es una costumbre. Lamentablemente. Hacer un análisis táctico y del juego mismo, es repetir lo que se ha dicho y escrito ya de manera lata y que, por carecer de originalidad, casi no vale la pena reiterar. Sin embargo hay que hacerlo por cuanto el protagonista central de esto sigue siendo la Universidad de Chile y su equipo de fútbol. Es en torno a ellos que se ha ido construyendo su rica historia y sobre lo que ellos sean capaces de hacer se puede hablar del futuro del club. Este es, a juicio de quien suscribe, el ‘mundo’ principal.

Por otra parte, están los que forjaron la linda trayectoria de la “U”, y de entre los cuales surgen los integrantes de la generación de jugadores del ’59 al ’69 conformaron el denominado “Ballet Azul”. Hubo por cierto predecesores. Jugadores, dirigentes y entrenadores que dieron los primeros pasos del club, hasta que apareció un jugador, don Luis Alamos, para centrarse en la tarea de conformar, y hacerlo con gran éxito, un equipo cuyo prestigio recorrió el mundo. Cuyos integrantes formaron mucho más que la base de la selección nacional que obtuvo el 3er. Lugar del mundo en 1962. Fueron su columna vertebral. Cuántos sabrán que Luis Alamos era jugador de la “U” y que simultáneamente actuaba como ayudante del DT de esa época quien, basado en la calidad de profesor de Alamos, le encomendó llevar adelante un proyecto formativo con los jóvenes del club para constituir luego el equipo que diera tantas alegrías a los azules. La historia de ese grupo, desde su líder hasta el último de sus jugadores, está llena de anécdotas y datos como el acá citado. Todos los seguidores, simpatizantes y particularmente los “hinchas” de la “U” debieran, sí o sí, conocer de todos ellos, como una forma de obtener en pleno derecho la calidad de tales. Este ‘mundo’ es el del reconocimiento. El del respeto. El del momento de descubrir la cabeza. Porque el ‘ballet’ y los fundadores del club merecen sacarse el sombrero ante ellos.

Y finalmente está el mundo de los “hinchas”. Los que se sintieron, con cierto derecho, ‘dueños’ de lo que sucedió en la jornada de este sábado 5 de noviembre en el nacional. Los que plagaron en sus redes sociales las menciones de que lo que ese día sucedía no era otra cosa que “El Día del Hincha Azul”, por encima de todo lo demás. Para ellos, el espectáculo musical, la presencia de rostros de TV vestidos con un uniforme alternativo de la “U” en la cancha (porqué no estos de azul y los de la ‘Corporación’ con el uniforme alternativo?) y, por supuesto, el despliegue de la bandera gigante era LO importante ese día. Por encima incluso del partido oficial y muy por encima del homenaje al ballet. Y este es el tercer mundo que convive alrededor de la “U”. El de los hinchas.

Qué une a estos 3 mundos?… Sólo el color azul. El resto, parecen ser caminos paralelos. Y eso no pareciera ser lo más correcto.

Si estas iniciativas llegan a repetirse, la Semana del Ballet Azul debe ser aquella en la que preferente y únicamente se dedique a ellos. Homenajes, actividades, seminarios de conversación y análisis de su historia con presencia de todos los protagonistas de aquella hermosa época que puedan llegar. Y que nuevamente culmine con un partido de local de la “U” para que muchos más vuelvan a aplaudirlos.

Y el Día del Hincha Azul, debiera también convertirse en una Semana del Hincha Azul. Que cada día haya actividades diferentes, en distintos lugares en los que habitualmente se congregan. Que haya un Día de la Solidaridad, actividad muy propia de estas organizaciones. Que haya torneos de futbolito o fútbol incluso, que desemboquen en una final como partido preliminar de un partido oficial del primer equipo. En fin. Sólo un par de ideas sobre lo mucho que se puede hacer.

Pero, no mezclar para no confundir.

Que cada uno de estos mundos paralelos tengan su momento destacado. Que ninguno de ellos opaque al resto. Así el mundo de los que quieren recordar y homenajear a las historia de la institución se sentirán lo más importante. Los del mundo de los hinchas sentirán lo propio. Y los del mundo del fútbol profesional del primer equipo y de las decisiones directivas se lograrán unir a los dos anteriores para constituir, de forma auténtica y transparente, la pretendida y anhelada gran familia azul.

Aplausos para todos quienes contribuyeron a la jornada del sábado pasado. Se los ganaron y con creces. Pero todo lo organizado se puede hacer todavía mejor.

 

Por Jaime Aguirre Dueñas / @jaimeagUirred, Director de @Cienx100Azules.

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