Ayer la selección chilena se enfrentó a Argentina, por las clasificatorias a Rusia 2018. El partido no fue el de los mejores y los locales se quedaron con los 3 puntos con un polémico penal. En la cancha Jean Beausejour y Gonzalo Jara, fueron los azules que representaron al país y lo hicieron de buena manera.
Más allá del resumen de un partido que podría ser importante, pero no lo fue, quiero indicar algo que nos representa como hinchas azules: “La U no es Chile”. Y no piensen que se trata de una frase populista, incluso es todo lo contrario, pero nuestra identidad como hinchas del cuadro mágico nos apasiona mucho más que La Roja.
Desde el análisis más simple, es fácil observar que el hincha de la U no siente del mismo modo un triunfo de la selección y un triunfo del romántico viajero. El primero se celebra, pero las diferencias son evidentes, a tal grado que se puede observar con regularidad que los hinchas más radicales, ni siquiera ven los partidos de la selección chilena. Esto, porque el amor que se siente por la U, nunca será igual, ni ningún otro grupo logrará que el hincha se identifique del mismo modo.
Cuando el cuadro azul está en dificultades y no tiene un buen desempeño, como en estos últimos años, la hinchada siempre acompaña, incluso con más ímpetu, pero con la selección, no es así. Este punto es fundamental, porque la identidad se construye en los momentos más complejos, y la caída a los potreros marcó a este grupo de personas incondicionales. En todo Latinoamérica se conoce al hincha de la Universidad de Chile, y se admira.
La hinchada de la selección chilena no está organizada, tanto así, que jamás podrán coordinar algo como “La Bandera más grande del mundo”, que se pudo visualizar el año pasado en el ‘día del hincha azul’. No sólo por lo caro de las entradas, sino también, porque quiénes intentaron hacer una ‘Marea Roja’, muestran individualidades, más que trabajo en equipo, es más bien, un grupo de hinchas que persigue ganancias y no alentar a la selección que representa un país.
La U no es Chile y nunca lo será, no nos interesa serlo, el equipo de nuestros amores nos hace sentir mucho más que nuestra selección, y este tiempo de espera es aburrido, porque este fin de semana no juega la U, y lo único que queremos es que juegue, ir al estadio, sufrir, ganar, perder, golear; todo eso, y nunca rendirnos, porque si tienes la camiseta azul bien puesta, nadie ni nada logrará que te la quites.
El sentimiento es diferente, somos diferentes; que le vaya bien a Chile, que le gane a Venezuela, que clasifique a Rusia, pero más nos importa lo que pase el otro sábado frente a la Universidad de Concepción, y el 8 de abril frente a Colo Colo, nuestros archirrivales, quiénes sí dicen ‘ser Chile’, pero no son capaces siquiera de llenar su estadio.
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