Mañana sábado desde las 15:30 horas, la “U” estará empezando a dar nada más y nada menos que lo que pueden considerarse sus “exámenes finales”. Aquellos que permitirán la evaluación definitiva de lo que ha sido este primer semestre con Guillermo Hoyos al mando del plantel. Se gira la última curva para iniciar el último tercio del torneo y, como se ha dicho reiteradamente, desde la campaña del Apertura 2014 que el equipo no estaba en una situación tan expectante como esta, a estas alturas del recorrido. A 3 puntos del puntero, con 15 aún en disputa. Es la verdadera “tierra derecha” la que se enfrenta por lo tanto a partir de ahora y en la que se sabrá para qué está la “U” 2017.
Santiago Wanderers como local, de visita a San Carlos para un nuevo clásico universitario, con Cobresal en el nacional, en Rancagua para enfrentar a O’Higgins y como local ante San Luis, son las próximas estaciones en el camino, y todas ellas tienen especiales dificultades pero también ofrecen buenas posibilidades.
El partido de mañana y los dos siguientes, se caracterizan por algo muy similar: Santiago Wanderers necesita corregir su errático rumbo y distanciarse de las últimas posiciones, por lo que vendrá a jugarse sus opciones a Ñuñoa. El mejor rendimiento – y últimamente la regularidad – de la “U”, la hacen un rival superior a los del puerto y eso en el papel proporciona la idea de una cierta ventaja futbolística que debe todavía reflejarse en la cancha.
Universidad Católica por su parte, es muy factible que llegue al clásico con un equipo no completamente titular. Ya lo hará esta noche para enfrentar a O’Higgins, dando una señal clarísima de que de acá en adelante su única meta es pasar a segunda fase en Copa Libertadores. Si el resultado ante San Lorenzo la próxima semana no le es favorable, lo más seguro es que Mario Salas privilegie a los de la segunda línea y vuelva a cuidar a los titulares para ir de visita a Brasil ante Flamengo. Se estará jugando por lo tanto contra uno que está por debajo en la tabla y que opone a un equipo más débil. En la confianza sin embargo, igual que en el caso de mañana, puede estar el peligro.
Cobresal en dos fechas más, cuando venga a enfrentarnos, puede que esté irremisiblemente condenado al descenso, o tal vez venga a jugarse su última carta. Como sea, será otro riesgo que no se puede dejar de prevenir. Un rival menor en las cifras pero que, en tanto no tenga mucho más que perder, se convierte muchas veces en un acertijo difícil.
La siguiente parada, en la región del Libertador ante O’Higgins, quizás sea la más pareja de las confrontaciones ya que, si los celestes aprovechan las facilidades de la UC esta noche y se encaraman en la tabla, serán un rival directo y eso de por sí ya los hace más duros. Agreguémosle que es un equipo que ya tiene bastante tiempo de trabajo con un DT que los conoce bien, que juegan bien y que por ello en cualquier momento del torneo serían igualmente difíciles de superar. En su reducto de Rancagua, no suelen hacerse muy fuerte ante equipos como la “U”, pero confiar en eso también podría ser riesgoso. Un partido jugado a alto vuelo, con la dinámica que los azules han estado mostrando, cuidando mucho no cometer errores en la zona crítica de la cancha (3/4 propio), y convirtiendo más que errando las ocasiones de gol que se logren generar, puede acarrear un triunfo mucho más importante de lo que se pueda llegar a pensar en este momento, restando sólo 1 fecha para el término. Ese encuentro puede constituir, nada más y nada menos, la clave para llegar a la última parada con opciones matemáticas de título.
En la última fecha, el invitado al nacional será San Luis, que podría llegar a esta instancia ya sin mucho por lo que pelear, más allá de por su propia dignidad deportiva. Hoy al menos, está en una ubicación tranquilizadora en la tabla acumulada, ya completamente libre de riesgos de descenso y es muy factible que en el momento de enfrentar a la “U” ya no esté peleando nada, habida consideración que este torneo tan sólo premia al primero y al segundo de la clasificación con cupos de participación internacional. Un equipo que juega sin presiones por el resultado suele ser un arma de doble filo y es cuando el que es superior en el papel tiene la obligación de ratificarlo en el juego y en el marcador. Agreguémosle que puede ser un cotejo que defina la obtención de un premio mayor y eso lo hace tener un atractivo superior por sí solo.
De manera que el derrotero está definido. La “U” tiene altas posibilidades de conseguir los 15 puntos en disputa en los 5 partidos que restan del Clausura, y para ello depende de sí mismo. Si se cae o no el puntero, será un tema aparte si es que ello se produce. Si se obtienen todos los puntos que quedan, estaremos claramente en condiciones óptimas para aprovechar esa situación. En primer lugar, nuestros partidos hay que jugarlos bien, y hay que ganar los puntos.
#VamosAzules
Por Jaime Aguirre, para www.100x100azules.cl
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