Sabido es por mucha gente del libro de juegos “¿Dónde está Wally?” Bueno, una analogía similar se puede hacer con el juego de la U ¿Dónde está? Un equipo extraviado, sin ideas claras por parte del entrenador, sin sistema táctico entendible, jugadores displicentes, que pasan desapercibidos en la cancha, y todo esto sumado causa la tremenda y constante irregularidad del club de mis amores.
En un primer tiempo de correcto cometido por parte de ambos equipos, se careció de finiquito, frialdad y queda al desnudo que con un solo delantero no basta, Mora y Benegas debiesen ser el frente del ataque, pero como está de moda querer jugar con tres delanteros nominales, habrá que esperar que el tiempo se encargue de dar espacio a eso. Más allá de eso no se puede hablar, porque las oportunidades desperdiciadas por parte de Fernández nos demuestran que también hay un problema individual en este equipo.
El segundo tiempo estuvo demás, fue una “pichanga” de barrio, Herrera fue uno más de los más de 20.000 espectadores y bueno, el arquero rival también pudo sumarse a esos forofos. La verdad que fue más de lo mismo que hemos visto desde Beccacece, o sea, nada. No hay autocrítica de parte del entrenador, ve partidos que realmente se juegan en un universo paralelo y con poca lectura de juego que se va suscitado con el correr de los minutos, con cambios tardíos y hasta errados, siendo el más claro ejemplo el de David Pizarro.
Ya va casi un tercio del campeonato y, personalmente, creo que ya está perdido; no hay solidez, no hay un nombre descollante, un jugador que sea capaz de echarse el equipo al hombro en momentos como los que se han visto, especialmente en un partido como el recién pasado o en los que el equipo va perdiendo, y para peor un entrenador que no tiene ideas claras, el juego está extraviado, ni con pistas se puede encontrar y ni Wally creo que nos puede ayudar.
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