Jugado su partido por la 4ª. fecha del torneo oficial 2018, esta “U” actual muestra una ‘tendencia’… No da como para llamarla ‘constancia’ pero sí se la puede calificar como una ‘consecuencia’.
Expliquémoslo. Tres triunfos en igual número de partidos, dos de ellos en calidad de visita, constituyen una muy buena marca para un equipo que hace rato mostraba tanta irregularidad, en el juego y en los resultados. Tanta que nos habíamos acostumbrado a esperar primero lo peor, y después algo regular respecto a su rendimiento.
Es cierto. Son solo 3 partidos, pero son 3 triunfos seguidos ante rivales frente a los que la “U” se vio claramente superior y mereció ampliamente los resultados. Son 3 partidos en los que el equipo que más disposición a ganar mostró fue la “U”. 3 partidos en los que los habituales errores y ‘horrores’ defensivos pasaron a un segundo plano o francamente desaparecieron. Y todo eso resulta difícilmente negable hasta para quienes hemos sido más críticos.
En un torneo de 30 fechas, tres partidos ganados en línea son muy poco para calificarlos como ‘constancia’, de eso no cabe duda. Pero de aquello sobre lo que tampoco puede caber duda es que en los torneos largos es justamente esto lo que a la larga termina por premiarse: la capacidad de los diferentes equipos para ser constantes en los resultados y, sobre todo, en sus rendimientos. Y he aquí la importancia de lo que le hemos visto a la “U” en sus victorias ante Iquique, San Luis y Temuco. Porque más allá de que en el debut ante Unión Española se haya perdido, no solo el resultado fue negativo, sino que se perdió producto de jugar diferente – peor – a lo que se ha jugado en los 3 partidos siguientes.
Resultaría muy fácil, y de hecho es hasta atractivo hacerlo, concluir que en la fórmula defensiva de 3 hombres en la última línea es ‘donde está todo el secreto’ de este nuevo estándar de rendimiento del equipo. La prudencia aconseja ir lento con tal análisis y esperar a que transcurran más partidos, incluidos los del plano internacional, para comprometerse con una apreciación más definitiva. Claramente un equipo al que le convierten menos, al que le llegan menos con peligro real, en el que sus defensas cometen menos errores y en el que su arquero no hace ‘chambonadas’, obviamente tendrá siempre un paso más avanzado que otros para conseguir mejores resultados. Pero para ganar con mayor solidez, eso aún es insuficiente.
Falta lo otro, la conexión con las líneas de más adelante, el pase filtrado preciso, la habilitación con ventaja y la tranquilidad para definir. Porque oportunidades hoy en día se están creando muchas más que antes.
Esta “U” actual es más grata a la vista indudablemente. Hoy es menos ‘incierto’ pronosticar lo que puede uno sentarse a ver cuando la “U” está en la cancha. El sabor que deja un partido de nuestro equipo es francamente más grato incluso más allá de los resultados. Queda la sensación de que por fin el equipo está jugando ‘a algo’, y eso no puede ser casual sino que es una consecuencia.
Se aprendieron lecciones?, lo más seguro es que sí. Se encontró el esquema?, Si no es así por el momento, al menos queda en claro que hay una búsqueda que va bien encaminada. Estamos como para descorchar espumantes y empezar a celebrar? Claro que no; es muy prematuro aún. Pero que dan ganas, más que de costumbre, de que pase pronto la semana y volvamos a ver a la “U” jugar, de eso no hay dudas.
Lo que uno espera es que todo lo que se mejore en lo sucesivo sea también consecuencia de algo planificado y no una cosa fortuita. Solo de esa manera, podremos estar siempre luchando arriba, cada vez con argumentos más sólidos desde el discurso y, sobre todo, desde lo futbolístico y de lo que el equipo vaya mostrando progresivamente.
#VamosAzules
Por Jaime Aguirre Dueñas, @jaimeagUirred, para www.100x100azules.cl y @Cienx100Azules
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