Minuto 95 en el Calvo y Bascuñán de Antofagasta y los rostros de satisfacción en el banco técnico de la “U” son mesurados. De alegría contenida. De sensación de haber cumplido la tarea. Pero, por sobre todo, de miradas hacia la cancha. Hacia los jugadores. Hacia quienes para el DT y sus ayudantes son los verdaderos protagonistas de este logro que posiciona al equipo en un expectante 3er. lugar de la clasificación en este Clausura 2017, a apenas 3 puntos del líder y restando 15 unidades por disputar todavía. Pero, fueron sólo los jugadores los autores de este episodio emotivo, disputado, de mucho correr y de ¿no dar ninguna pelota por perdida?
Con el once inicial en la cancha, Hoyos enviaba su primer mensaje: no alinear juveniles implicaba salir con los de mayor peso o trayectoria a la cancha, con la sola excepción de David Pizarro de quien quedó demostrado no es factor cuando ingresa desde el inicio y sí constituye un arma importante cuando se lo utiliza con los partidos ya más jugados, en los segundos tiempos. El DT por lo tanto no quería dejar pasar la oportunidad de aproximarse aún más a los puestos de avanzada. Se habían producido resultados que invitaban a ascender en la tabla y no estaba dispuesto a rechazar tal propuesta.
El esquema amenazó con derrumbarse sin embargo en la primera media hora de juego, cuando tras una falta tan innecesaria como torpe de Gonzalo Espinoza, el ‘5’ azul recibió la tarjeta roja directa. Su segunda expulsión de este campeonato. Dio la impresión que se desmoronaba todo por cuanto en los minutos iniciales la “U” era claro dominador del juego, privilegiando precisamente la banda izquierda en donde Jean Beausejour, muy bien acompañado por Espinoza, generaban las mayores acciones de desequilibrio, impidiendo el progreso en la cancha de Augusto Barrios y Luis Cabrera que debían mantenerse resguardando su zona. Algo más esporádicas pero igualmente incisivas eran las llegadas por el sector derecho en las que Matías Rodríguez, Franz Schultz y Sebastián Ubilla parecían someter en sus duelos personales a Dino Agote y Gonzalo Villagra.
En esas circunstancias la “U” tiene, post expulsión de Espinoza, un par de minutos dubitativos solamente, pero se da cuenta a tiempo que la mejor idea era no modificar la intensidad y vuelve a aparecer de manera masiva en el área contraria, dejando al minuto 37 en posición de remate a Matías Rodríguez quien, entrando al área por el lado derecho, ejecuta un derechazo con potencia que es bloqueado con la mano por el lateral Agote. Carlos Ulloa no duda y marca la sanción desde el punto penal. 39 minutos del primer tiempo y la impecable ejecución de Felipe Mora – tiro bajo, potente, junto a la base del poste izquierdo del arquero García – consigue ir a dar al fondo de las redes antofagastinas. La “U” se ponía en ventaja en premio a lo que era su dominio del juego hasta ese instante, y convertía el que a la postre fuese la única cifra del partido.
Los minutos finales de la primera fracción sirvieron para reacomodarse tras ponerse en ventaja, ya con uno menos, y para conseguir el primer objetivo que no era otro que irse al descanso con aquella ventaja a favor. Se esperaba la instancia para que, en el interior del camarín, el director técnico tuviera la oportunidad para, con todos los jugadores frente suyo, establecer la estrategia o el plan para el segundo tiempo.
El retorno a la cancha, sin cambios, marcó con nitidez cuales eran las instrucciones: insistir con la presión en el campo contrario, no dejar reaccionar al local que seguramente intentaría ir por la igualdad, y posicionarse en su zona de mayor riesgo, las inmediaciones del área, con muchas alternativas en ataque. La “U” no solo visitaba las cercanías del arco antofagastino con sus 3 delanteros, sino que se sumaban constantemente Rodríguez, Beausejour, Schultz y Reyes. Vilches y Jara respondían solventemente – uno de los mejores partidos de esta dupla defensiva – cuando eran requeridos porque el trajinar de Reyes y Schultz, más el ir y venir de los laterales siempre les asistían en la destrucción de los esporádicos ataques de los locales, que tuvieron su mejor oportunidad en los pies de Oscar Salinas quien, ante una pequeña vacilación de Jara quedó en posición de remate pero ahí había otro que registró una vez más una gran actuación: Johnny Herrera estuvo presto para desviar el potente remate del goleador local que ingresara al minuto 46 en reemplazo de un opaco Kevin Hartbottle.
Para destacar, el tiro libre de Gonzalo Jara, quien nos sorprendió a todos ejecutando con gran precisión al minuto 78 un balón que, de no ser por la oportuna intervención del portero García para desviarlo al tiro de esquina, se habría colado por encima de la barrera.
En resumen, la tarea cumplida, la satisfacción por haber traído los 3 puntos desde el norte, la serenidad de un DT que tiene muy claro lo que está haciendo y no renuncia al paso con que lo ejecuta, y un grupo de jugadores – sus ‘muchachos´- que parecen haberse rebelado tras una larga siesta y que han asimilado de manera completa la idea de su líder. Hay respeto, hay cariño, hay compenetración con las estrategias y propósitos. Y así, esta “U” da para tener mucha ilusión en lo que puede llegar a conseguir. Si no en este torneo, en todo lo que venga.
Por Jaime Aguirre Dueñas, para www.100x100azules.cl
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