Opinión: “Era ganar a como de lugar”

En un estadio teñido con nuestros colores -no a cabalidad pero si con un marco importante de gente-, debutábamos de local, con un morbo que personalmente me inquietaba: estar a 5 puntos del colista, precisamente el equipo al que enfrentábamos. El partido era de esos que denominan de “6 puntos”, donde era el punto de inflexión entre despegar o seguir sumidos en una sombría ubicación en la tabla.

Con un tiempo de no más de 25 minutos, la U salió arrasando, con una presión importante, donde la fortuna y la insistencia ejercida por ese tramo de tiempo nos dio el gol que, a la postre, sería el del triunfo. Algo similar a lo que pude ver en el primer partido versus Iquique y se me vino a la frase “Este partido ya lo vi”, y nuevamente a sufrir, a pesar de que Temuco no hizo mucho tampoco para complicar demasiado a la defensa azul.

Preocupa que el equipo no tenga fondo físico, o que no sea capaz de aguantar al menos un tiempo con esa presión y que se empiece a nublar y a relajar. A no buscar e ir por más goles para que después de asegurar el resultado el equipo pueda bajar las revoluciones

¿Amor propio?, ¿Querer destacar por sobre los compañeros? Llámenlo como sea, pero me gustó la entrada de Ontivero, fue el distinto, el que se atrevió; sigo pensando que hay varios que no deben estar de titular, que son regalones de la dirigencia o el representante exige que juegue de titular, como es el caso de Fernández, que por más que lo defiendan algunos, para mí no debiese seguir siendo titular, al igual que Reyes, dos jugadores completamente al debe. No así Pizarro, que entró para darle la pausa necesaria y el tiempo preciso. Me hizo recordar a Marcelo Díaz, el motor del equipo, el del primer contacto con la pelota.

Volviendo al primer párrafo, queda claro que si vamos últimos, primeros, peleamos algo o no, si perdemos o ganamos, estaremos en todas y no solo llevamos gente cuando se trata de un clásico o partido internacional.

 

Por Cristóbal Arias Zamorano

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