Puertas abiertas a la jerarquía en el CDA

En horas del mediodía de este miércoles 1 de febrero será presentado el ‘primer refuerzo’ de la “U” para este torneo de Clausura y para el Apertura del segundo semestre. Efectivamente, parezco haberme equivocado al escribir el ‘primer’ debiendo decir el ‘segundo refuerzo’. Pero no pues. A Lucas Ontivero no se le puede considerar por ahora nada más allá que una incorporación y en calidad de una osada apuesta, compartida entre el DT Hoyos y la dirigencia que dio pulgar para arriba a su contratación. Cargarle con el calificativo de ‘refuerzo’ puede llegar a ser injusto, desmedido y hasta cruel con el mismo chico argentino, que no llega precedido de campañas exitosas en ninguno de los clubes en que ha estado a sus breves 22 años de vida.

Lo de David Pizarro es diametralmente diferente. Este sí que es un jugador de categoría, incluso a pesar de sus 37 años. Y por varias cosas. La primera de ellas es que jugó por muchos años en Europa, y en todos los equipos en que estuvo fue titular indiscutido y figura. La “U” en el último tiempo, ha traído a otros jugadores que han tenido pasos por equipos del viejo continente pero ninguno de ellos, ni Gonzalo Jara, ni Jean Beausejour, ni Lorenzo Reyes, ni Matías Rodríguez, alcanzaron los niveles de rendimiento y la notoriedad que sí consiguió Pizarro. En ese aspecto, uno tiene la obligación de descubrir su cabeza y reconocer que en el caso de Pizarro se trata de otra clase de jugador.

Que ‘vive’ o ‘pasa’ lesionado, dicen muchos. ¿Cuándo, aparte de su pasada por Santiago Wanderers, en donde entre otras cosas se dice que no recibió las terapias apropiadas ni oportunas, tuvo tal ‘seguidilla de lesiones’…? ¿Acaso alguien puede creer que el equipo médico de la “U” pudo haberse atrevido a darle el OK físico si el jugador no estuviera hoy totalmente recuperado? Se argumentará que hubo oportunidades en las que vino a la selección nacional y que en varias de esas citaciones no consiguió el nivel físico para responder a la alta exigencia del cuerpo técnico que siempre quiso integrarlo por considerarlo el jugador diferente que le faltaba al plantel. Puede tener base esa argumentación, pero, ¿es ese el nivel de cargas que impone a los jugadores un torneo como el local?

A no confundirse por favor. Este tipo de profesionales del fútbol es el que le ha hecho falta a la “U” desde hace varias temporadas. Ninguno de los recientemente incorporados durante los años 2015 y 2016 llegó con un currículum comparable siquiera al de David Pizarro. Y ninguno de ellos tal vez haya tenido un celo con su vida personal en términos de cuidados y de evitar excesos como la que ha llevado David Pizarro. Y eso también hace que los 37 años sean un tema casi anecdótico.

Bienvenida la jerarquía y la calidad a la “U”. Bienvenido David Pizarro.

Por Jaime Aguirre Dueñas, @jaimeagUirred, para @Cienx100Azules.

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